Idas y regresos.

Quizás no se los platiqué, pero todos mis amigos cercanos (menos Ricardo) se fueron de misiones a Oaxaca durante todo un mes. En realidad se trata de esas personas a las que uno tiene la confianza de contarles todo (insisto, Ricardo está incluido en este grupo), no solo con los que salgo a tomar cerveza 2 veces por semana. Eso solo es un pretexto para reunirnos. Ya llegan el jueves, lo que se traduce en un viernes con mucho alcohol, anécdotas nuevas, consejos nuevos y sonrisas de alegría pura.

Por otro lado y dando gracias a Dios que Ricardo no fue a Oaxaca, el viernes en la noche murió la mamá de mi amiga Paulina (la novia de Ricardo). La señora tenia cáncer (no se bien de que). Cuando Ricardo fue el sábado en la mañana a donde trabajo para darme la mala noticia estaba bastante sereno, pero al salir de la misa de cuerpo presente, mostraba mas su tristeza. Aun mas que Paulina. En realidad yo me siento triste al verlos sufrir a ellos 2. A ellos 2 y a Andrea, hermana de Paulina. Y es que yo nunca conocí a la señora. Mas bien es tristeza por los que se quedan. Ellos son los que sufren mas.

Me despido mandándoles un abrazo a todos.

P.D. Por si se mal entendió la entrada anterior, no estoy idealizando al amor o a la figura de la persona amada. Solo fue el hilar unos sueños y Aída.

Entre sueños (dos amores)

Sin duda la mejor definición de amor o de lo que se siente amar se la he escuchado a ese talento de la trova mexicana llamado Fernando Delgadillo, quien en su canción “Esperanza” dice “¡Ay! El amor es esa cosa que me da cuando te miro”.

Y es que intentar definir al amor (o lo que se siente amar) es tan personal como subjetivo. Por lo general te dicen que se sienten mariposas en el estómago (y ya que nos estamos chingando el santuario de las mariposas monarcas no dudo que emigren a los estómagos humanos para encontrar calor en época de frío) lo cual me parece una reverenda mamada. Y así podemos intentar definirlo con palabras, pero la verdad es que seria hasta ridículo, es decir, todos sabemos como se siente, pero nadie sabe explicarlo.

Llevo 2 noches soñando que amo a una mujer desconocida. Desconocida en la vida real y en la lógica de los sueños. A la primera la conozco en una librería. Es una gordibuena que ahora no recuerdo como se llama, pero a partir de que la conozco empezamos a salir y pues los demás es lo que yo llamaría amor tierno. Caricias, abrazos y cosas por el estilo. Del otro sueño ni me acuerdo nada. me acordaba cuando desperté, pero ahora no.

Y a ella, a Aída, a la real, ya llevo mucho sin verla.

Saludos y un abrazo a todos.