i love 80's

domingo, 22 de marzo de 2009

El mejor instrumento que he tocado.

No es que sea yo un gran instrumentista o un músico prodigio, pero de unos años para acá se que lo mío, lo mío, son las percusiones.

Desde niño he querido ser poseedor de una batería. Después fui descubriendo otros instrumentos de los cuales también me fui apasionando como los bongos y las congas, solo por nombrar un par. Pero mi situación económica me orilló a comprarme en la preparatoria una guitarra (esta costaba $800 mientras que una batería no la encontrabas en menos de $4000), pero yo sabía que fui hecho para las percusiones.

Fue entonces que en mi afán por golpear algo que produjera música tomaba los cubiertos de la vajilla, vasos, platos, ollas, partes de mi cuerpo (la panza por lo general), mesas, sillas, en fin, todo lo que hiciera un sonido armónico cuando lo golpeara con mis rítmicas y ansiosas manos.

Entonces me tope con objeto/instrumento que me dio lo que necesitaba. Es económico, siempre está presente en el hogar (y en otras partes) y tiene una calidad y cantidad de sonidos terriblemente buenas. Estoy hablando de un garrafón de agua vacio.

En lo personal, y después de haber tocado ya unos cuantos, prefiero los que son redondos, sin agarradera y de plástico. Como ya mencioné, estos objetos/instrumentos cuentan con una gran gama de sonidos gracias a la irregularidad de si forma. Cada abultamiento, cada superficie plana, cada parte del cilindro y hasta la boca de garrafón tienen un sonido característico y único, lo que provoca que uno tenga un montón de herramientas al alcance de sus manos o baquetas (en lo personal prefiero las manos) para poder expresarse a pesar de tratarse de un instrumento de percusión (recordemos que este tipo de instrumentos casi siempre son netamente rítmicos, o por lo menos no se aprovechan de otra manera).
Con un garrafón he tocado desde ritmos latinos al puro estilo del capoeira hasta música misionera en plena misa, pasando por los ya acostumbrados covers a Safri duo.

Es preciso decir que para tocar el garrafón, al igual que con cualquier instrumento es necesario practicar y tener un buen sentido del ritmo, pero sobre todo conocer a tu instrumento. Saber como suena un garrafón en determinada parte, saber que tan rápidos van a ser los cambios, sobre todo si se va a cambiar la cara donde se golpee, como apagar el sonido, como suena dependiendo con que parte de la mano se golpea, etc.

Pues esta es la historia de cómo me encontré con el mejor instrumento que he tocado, mi garrafón de agua.

Un saludo a todos los lectores de las andanzas y un besote a todas las lectoras de las andanzas.

2 comentarios:

  1. Que creativo eres bobio mío... eso es lo que más me gusta de ti, que no te detienes ante los obstaculos... chidoo!!! (y)

    Y que pues? cuando me vas a dar serenata con las percusiones =P jajaja

    Te kiero.. mando besos!!

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  2. wowwwww... coincido con Zully... muy creativo... Que padre que las percusiones sean lo tuyo... lo mío es bailar al ritmo de ellas, se me hace que en mi otra vida realmente fui india...

    Saludos!!!!

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Así ve la vida un feto tapatío de 23 años. ¿tu que opinas?