La noche en que murió Meatloaf.

Ayer, sin planearlo, fue una gran noche. Todo empezó desde antier cuando mi patrón me pidió que fuera el viernes a trabajar al otro puesto de revistas que tiene, por que cambiaron el mueble del que normalmente yo atiendo. Así que fui al que está situado afuera de plaza Terranova. Dentro de esa plaza hay un videoclub muy bueno, ya que hay un montón de películas que no encuentras en lesa gran cadena que es blockbuster, y pues terminando la jornada laboral fui a rentar un par.

En la tarde fui a la tienda a comprar un par de cervezas y unas palomitas para ponerme a ver una de las películas y que me habla Ricardo, que si no íbamos a hacer nada. Le dije que viniera a la casa a jugar risk (un juego de mesa donde hay que conquistar al mundo o cumplir las misiones de guerra que te asigna) y que le dijera a Israel a ver si quería.

Supuse que alcanzaba a ver un buen pedazo de película antes de que llegaran, así que puse “El show de terror de Rocky”. Llevaba como 15 minutos y llego Israel. Pues ya me bajé al comedor y comenzamos a jugar risk. Al rato llego Ricardo y tuvimos que volver a empezar. Nos toco un acomodo bien raro, Ricardo dueño de África y Europa, Israel regado por todo el mundo y yo dueño de todo América. Creo que nunca había visto un acomodo así. Como es de suponerse Israel no duró mucho en el terreno y mejor se puso a ver una serie que quería que le descargara. Lo demás fue un encontronazo entre Ricardo y yo donde salí vencedor (y que bueno porque hacía mucho que no ganaba, ya estaba poniendo en duda mis habilidades estratégicas).

Pues se fueron y seguí viendo la película antes mencionada. ¡Qué cosas! Extraterrestres del planeta transexual de la galaxia Transilvania, que a la vez son algo así como el doctor Frankeinstein con sus ayudantes. Lo único malo es que matan a ese gordito rockero que todos quisiéramos por suegro: Meatloaf. Está bien chingona la película, una especie de comedia que no da risa (no porque aburra, porque toda la película te tiene entretenido, sino por razones inexplicables). Ah y aparte es musical (¿Recuerdan el “baile del sapo” de los timbireches? Pues sí, aquí está la versión original de esa canción).

Pues que tengan un buen sábado que este feto se retira.