i love 80's

sábado, 1 de agosto de 2009

Érase una vez en Guadalajara.


Una vez, hace ya varios años, me encontré en el camión camino a mi casa a un par de amigas del grupo misionero. Acababa de pasar un retiro que habíamos tenido pero al cual, por razones de trabajo, no había podido asistir. Una de ellas me dijo que en el retiro mi hermano había dicho que me admiraba por que seria incapaz de hacerle daño a alguien. Me sentí bastante bien al saber esto, pero no lo exprese, de hecho es primera vez que lo cuento. No suelo ser una persona muy efusiva.
Nunca había sabido de alguien que me admirara y con mi manera de ser me parecía muy normal, ya que no había dado motivos para que alguien me admirase y como en aquel entonces mi hermano y yo estábamos algo distanciados (algo irónico si llevamos 21 años durmiendo en la misma recamara) no por que estuviéramos peleados o algo parecido, simplemente era como si no hubiera confianza entre nosotros.
Luego me puse a pensar en si realmente seria capaz de no hacerle daño a alguien. Recordé a mi exnovia y aunque no le hice daño (así lo siento yo) llegue a la conclusión de que no se hace daño solo con golpes y, por ende, soy capaz de hacer daño (aunque a veces no quiera y otras tantas ni me entere). Aunque ciertamente soy una persona bastante pacifica.
Ahora las cosas con mi hermano ya han cambiado. Aunque por cuestiones de trabajo y escuela nos veamos menos, platicamos mas (de nuevo esa ironía que solo la vida nos puede traer), aunque nunca hemos tocado el tema de aquella experiencia que tuve en el camión, y quizás sea mejor dejarlo así.
Que tengan muy buen fin de semana. Un abrazo para cada uno de ustedes.

3 comentarios:

  1. Todo el mundo es capaz de hacer daño. Lo importante es no querer hacerlo.
    Te felicito por ello.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, al menos ya te das más cuenta de que tienes un hermano que te quiere mucho.

    Saludos.

    Qué pasó con tu trabajo?.

    ResponderEliminar
  3. CUANDO SE SABE QUE PUEDES MATAR NO, NO SE HACE DAÑO

    ResponderEliminar

Así ve la vida un feto tapatío de 23 años. ¿tu que opinas?